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Los esposos y parejas son como hijos.

¿Cuántas veces has escuchado eso?

Es habitual que pensemos que el decir algo a modo de broma no es malo, sin embargo, el poder de las palabras es tremendo, aún cuando no las digamos a otros o sólo las pensemos. Un pensamiento se trasforma en realidad. Nunca olvides la premisa “lo crees, lo creas”

Entonces, ¿qué crea esta creencia limitante?

Para nosotras las mamás, nos da una sobrecarga tremenda. No sólo en hacer tareas y actividades, sino de responsabilidades.  La responsabilidad parental recae sólo en nosotras, nos responsabiliza de cada acción asociada al cuidado de los hijos, tareas, donde estudian, que comen, que visten, que profesional los evalúa, etc.

El control te da poder, te posiciona como alguien capaz, dominante. Sin embargo, con el paso del tiempo te consume, vives enfocada en el bienestar ajeno por lo que es muy difícil que puedas dedicarte el tiempo necesario para comer bien, tener tiempo libre y descansar lo suficiente.

Por otro lado, se quiebra la relación de pareja, ya que dejan de ser pares con un objetivo y metas en común. Sea un problema doméstico o conflicto importante, siempre es reconfortante vivirlo acompañada, de la mano de alguien que nos ame y que le importe tanto como a nosotras.

Lo más complejo es lo que experimentan los hijos, ya que no sólo se afecta la relación entre padre e hijo, sino que se daña la vasija de la confianza de los niños. Independiente si el padre tenga un rol proveedor o no, ellos aprenden a que no pueden confiar en él, si papá no me puede cuidar, siendo que debería ser una persona capaz, entonces como el mundo puede ser seguro. Se vuelve un niño desconfiado, inseguro, consulta decisiones comunes a mamá o adulto significativo. Con papá aparecen las luchas de poder al no verlo como líder.

Tener la razón es grato, el “yo sabía” o el “te lo dije”, es placentero, pero ¿De qué sirve? ¿Ayuda a que mis hijos crezcan seguros que papá los puede cuidar? ¿Me ayuda a fortalecer mi relación de pareja?

Si sientes que la respuesta es no y quieres eliminar esta creencia limitante te doy estas recomendaciones:

  • Cambia tu creencia limitante a una empoderante: somos un equipo, nos apoyamos y lideramos juntos nuestra familia.
  • Deja de preocuparte y ocuparte de sus decisiones. Puedes ayudar, alentar, pero el actuar es de su responsabilidad.
  • Hagan reuniones de mamá y papá semanales, semestrales o anuales para decidir en conjunto las actividades que realizarán personales y como familia.
  • Tengan un calendario en común, así ambos saben que responsabilidades hay en la semana y se puede organizar mejor.
  • Mencionen a los niños de forma reiterada que las decisiones son tomadas entre ambos y que son un equipo.
  • Deja a los niños al cuidado de papá, sin control. Esto quiere decir, salir sin llamar para preguntar cómo están o recordando que hacer.
  • Separar actividades entre mamá y papá según las habilidades y tiempos disponibles. No todos somos buenos para todo, algunos se nos hacen fácil la cocina, otros el aseo, otros las comprar y pagos.

Nuestras familias dependen de lo que pensamos y creemos, tener una identidad de familia que limita mi responsabilidad, que me dice que esperar de mi pareja y que promueva un ambiente confiable y seguro a los hijos, hace el día a día más fácil, ya que las acciones diarias van acorde a la identidad de familia que tienes.

1 Comentario

  1. DAYHANA TRONCOSO SOTO

    Efectivamente ponerse deacuerdo como padres beneficia mucho, a la crianza de los niños, tomar desiciones o simplemente conversarlo sin tener al niño presente.

    Responder

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