¿Te ha pasado que escuchas, te cuentan o vez un hábito saludable que te gustaría incorporar en tu vida, pero simplemente no lo concretas?

Bueno, a mi ha pasado muchas veces y no sólo en cambios de hábitos sino también en adquirir destrezas u hobbies. 

Para hacer un cambio o iniciar algo nuevo hay que tener claro algunas cosas:

En primer lugar, nuestro cerebro se demora 21 días para incorporar una conducta nueva. Cada vez que te saltas días es empezar todo de nuevo, por lo que cuando decidas realizar un cambio piensas que debes ser constante y perseverante para lograr un cambio permanente.

En segundo lugar, inicia de menos a más, pasa a paso como si estuvieras subiendo una escalera. Por ejemplo, acostarse media hora antes, cada dos días, si percibes que te faltan horas de descanso. Iniciar de forma abrupta y sobre exigida trae el efecto rebote, como el que se ve en la baja de peso con dietas muy estrictas.

En tercer lugar, debes tener claro que el ser humano actúa frente a dos situaciones: para evitar el dolor y para sentir placer. Por lo tanto, cuando realices el nuevo hábito date cuenta qué estás ganando, cuáles son los beneficios y que estas dejando atrás. Por ejemplo, si decides mejorar tu alimentación, haz una curva de peso, sácate fotografías al inicio y cada 2 semanas, percibe como despiertas en las mañanas, si mejoró tu patrón de eliminación, si estás menos hinchada o hinchado, guarda una prenda que no podías usar hace mucho. Anota como te sentías antes, qué te motivó a realizar el cambio.

En cuarto lugar y muy importante, visualiza el para qué, por qué lo quiero hacer. Cuando las decisiones nacen desde el amor propio toman fuerza. Recuerda que siempre para dar debes empezar por una o uno mismo.

OJO con lo que te dices. Muchas veces nos caemos una vez e inmediatamente vienen pensamientos como “yo no sirvo para esto”, “no soy tan buena o bueno” Alto ahí, ten en cuenta que puede ocurrir una recidiva, para esto ponte una consecuencia: si hoy no lo hago, mañana hago el doble. Permítete ser compasivo contigo misma o mismo.

En mi caso, el cambio que quise realizar fue mejorar mi actividad física. Siempre he mantenido un IMC normal, sin embargo, lo sentía con poca fuerza, torpe, cuando saltaba sentía que caía sin control, “como saco de papa”. Inicié de forma muy paulatina a realizar cicletadas familiares, caminatas y yoga. Este último, fue un despertar en verdad, mi profesora en el inicio me dijo, el yoga fortalece desde adentro hacia afuera, así fue. Con sólo 2 veces a la semana, me motivó para practicar sola en casa y llegar hacer una rutina diaria. Ha sido muy enriquecedor, ya que conecto rápidamente conmigo misma, a penas pierdo el equilibrio comienzo preguntándome ¿qué me está impidiendo mantenerlo?

¿Te animas ahora a realizar un cambio para ti? ¿Te animas a demostrar el amor que te tienes?